Si tú supieras, si yo te dijera, si yo te contara... ||Relaciones Björn

Una chica compleja, pero a la vez sencilla. Nunca llegarás a saber nada de ella más que lo que demuestra a simple vista. Borde. Muchos la etiquetan de esa manera, pero realmente no conocen nada sobre ella, ni de su vida, ni de su pasado. Tiene el alma encadenada a un cuerpo lleno de cicatrices de un pasado que pretende olvidar, que alberga inconsciencia y ganas de reventarse los puños contra las piedras. Es el jodido destino el que nos impulsa a interactuar con otros seres como nosotros, y es el mismo el que día tras día te pone a Heidi delante de tus narices. No le importa lo que los demás piensen, digan u opinen de ella, pero si te tiene que partir la cara a puñetazos, no dudará en hacerlo. Se ha librado de la muerte unas cuantas veces y ni siquiera parece afectarle. Ha encontrado su hueco dentro del caos; ese caos que ahora parece habitar dentro de su corazón destronado y hecho tan solo para bombear sangre a sus instintos más básicos. Día tras día se supera, da un salto hacia el vacío y corre a por aquello que le han arrebatado. Que tenga cuidado, porque de odio se vive, pero de odio, también se muere.

Si se obsesiona es de manera enfermiza, si odia es hasta la locura, y si ama... si ama entonces estás perdido. Porque ella cree que no puede amar, pero lo cierto es que si se odia, se ama. No te enamores de ella. Ella no está hecha para nadie que tenga corazón. No sientas lástima por ella porque ella te odiará si lo haces. Vete, huye lo más lejos que puedas y no dejes que te atrape. Tenle miedo, porque aunque no lo tengas, ella hará que tu subconsciente te contrarie y se rebele. Ahora es dueña de su propio destino. Juega a anotar el último tanto del partido, a tener la última palabra, a acusar al sospechoso con el dedo y a mirar hacia un lado cuando la miran de frente a ella. Pasaría desapercibida si no se contemplasen en sus facciones angelicales rastros de benevolencia y lealtad. Se pasea por la vida haciendo creer a la gente que para nada es nociva, que no será esa piedrecita molesta en tu zapato que no te deja ni caminar. Pero la gente está confundida, y es esa justamente la parte más importante de su engaño.

Sin embargo, con todo y con éso Heidi es una chica brillante. De ingenio rápido y creatividad rebosante a borbotones, el motivo de su sufrimiento es de igual manera su mayor cualidad. Aprovecha todo cuanto tengas. Su aliado es la libreta vieja con portada de cuero que siempre esconde bajo el brazo. Cuando tiene demasiado peso encima y está pasando por una crisis, en lugar de pedir la pastilla se dedica a escribir como si le fuera la vida en ello, no importa si incluso se disloca la muñeca. Escribir historias es su terapia. Desde las más tristes hasta las más extravagantes, en esa libreta puedes encontrarte mil y un mundos todos igual de complejos y diferentes, todos con un punto en común. La sombra. Novelas de misterio y de terror, hechos reales pasados a papel.

La llaman Heidi porque Wendolyn está prohibido. Una mala terapia que un médico de cabecera barato no escatimó en los errores al ponerla en práctica. Concentra todo tu miedo en una palabra. Así podrás esconderlo ahí cuando quieras. Será nuestra palabra tabú, tuya y mía. Para siempre. Ni siquiera susurres Wendolyn. Si llega a sus oídos, la lanzas de una patada al precipicio, y es muy difícil subir desde el fondo, tan sombrío y sin final. Un vacío eterno del que emerger es toda una proeza. ¿Quién decía que lo peor en el mundo era el miedo a las alturas? Si fueras un náufrago que viviera en el último piso de un rascacielos porque el resto del mundo está sumergido en agua hasta la planta 93, ya podrías pedir un avión con el que escapar muy, muy alto. Porque nadar seguramente está descartado. ¿Quién sabe lo que habrá ahí?

Rara. Desde que tiene uso de razón, Eva siempre ha sido esa niña rara a la que todo el mundo mira con el mismo recelo que curiosidad. Parca el palabras, demasiado tímida y sonrojada como para acercarse por gusto a los demás. Desconfiada por naturaleza, como si todo y todos fueran una bomba de relojería a punto de estallar. Se podría decir, sin temor a estar errados, que la morena es un ser solitario, al menos siempre que no tengamos en cuenta las compañías de su cabeza. Es curiosa. Quizás no como la mayoría de la gente, no acribilla a preguntas o se molesta en hacer averiguaciones; pero observa. Le fascina observar a al gente, aunque acabe sintiéndose triste y sola por no tener las mismas capacidades que el resto.
Si quieres saber si hay algo más, tras la apariencia de muñeca rota y vacía, vas a ser tú quien tenga que acercarse, porque a la morena no es que le interese mucha gente.

La amistad es un concepto muy raro para ella. Pero si consigues acercarte, será sencilla y sincera. Quizás hasta te asuste su manera tan clara de decir las cosas. Es experta en guardar secretos, al fin y al cabo se pasó varios años haciéndolo. No busques en ella consejos, porque hablarán otras voces y puede que acabe todo en una sublime catástrofe.
La enemistad es algo que se le da mejor, o que al menos, tiene más claro. Puede enfadarse por las cosas más estúpidas que puedas imaginar, pero si es importante para ella, te hará saber que le has fallado. Puede perdonar una vez, a la segunda, pasarás a ser enemigo y no dudará en saltarse las normas que haga falta si considera que tiene que hacer justicia.

De apariencia frágil y asustadiza, Eva es una contradicción en sí misma. Pues en su cabeza, ha luchado con monstruos por los que tú mojarías la cama. A veces es de carácter fuerte, sobre todo posesiva y quizás con un punto caprichoso. A veces se impone soprendentemente y maneja las situaciones. En otras ocasiones, se desdibuja como si no fuera más que un globo perdiéndose en la lejanía.
Es celosa. Pese a que no se considera ni seductora ni especialmente bonita, tiene sueños y deseos. Cree que quizás si alguien la cuida, desaparecerán los delirios, porque no serán necesarios. No es especialmente coqueta o lanzada en estos temas, retraída, como en casi todo, pero sabe lo que quiere y cuando lo encuentre solo tendrá que averiguar la manera de ir a por ello.